Salvando vidas por fuera del Hospital - Cursos básicos de RCP para personal asistencial

Testimonio de la enfermera del Hospital Andrea Urrego, quien, estando en su tiempo libre, fue la diferencia en una situación de vida o muerte 

 

El Hospital Pablo Tobón Uribe abre las inscripciones para el curso básico de RCP que busca enseñar las maniobras de reanimación cerebro cardiopulmonar básica para víctimas de todas las edades de paro cardiorrespiratorio y emergencias cardiorrespiratorias en lactantes, escolares y adultos, mejorando así la supervivencia en esta población de pacientes.

Está dirigido al personal de salud, como médicos, enfermeros, terapeutas respiratorios, bacteriólogos, auxiliares de enfermería y estudiantes de los diferentes programas de salud, los cuales quedarán certificados en RCP básico al terminar el curso.

La enfermera Andrea Urrego comparte su experiencia en un testimonio, cuando su vocación al servicio trascendió sus deberes en el Hospital y logró salvar una vida gracias a sus conocimientos en RCP.

"Uno nunca cree que fuera del hospital  le va a pasar, tenemos una secuencia para tratarlo allí, se repiten pasos y sabemos que contamos con el apoyo de personas capacitadas", piensa la enfermera Andrea Urrego mientras recuerda lo que ocurrió durante la salida con su familia a un restaurante de la ciudad hace dos años.

Estaba cenando con mi familia, cuando de un momento a otro la mujer de una de las mesas cercanas comenzó a toser. La señora que tosía estaba acompañada de su esposo, eran una pareja adulta, y su marido empezó a darle palmadas en la espalda sin que ella mostrara mejoría.

A medida que veía lo que ocurría recordaba las señales que indican que una persona se está ahogando: tos, llevarse las manos a la garganta, cara asustada y comenzar a ponerse morado; con eso inició la cuenta regresiva, supe en ese momento que tenía que hacer algo.

La mujer era más alta que yo, no podía hacerle la maniobra de Heimlich y pensé que tendría que esperar a que se desmayara para poder realizar la reanimación, pero quería seguir los pasos antes de tener que esperar a ese punto.

Mi hermanito es mucho más alto que yo, y también que la señora que se estaba ahogando, así que lo llamé, casi a gritos, para indicarle qué debía hacer. Él estaba confundido, nunca había hecho algo así, pero la mujer ya se estaba poniendo morada y estaba muy asustada, al igual que el resto de personas en el restaurante, las cuales se habían detenido por completo, a la expectativa y sin saber qué hacer.

Le di la orden de que la abrazara y que con uno de sus puños le hiciera presión hacia arriba, tuve que gritarle que lo hiciera más fuerte porque no estaba haciendo la presión suficiente, sentía la impotencia al darme cuenta que no podía hacer nada por ella, además del miedo al ser consciente de que se podía morir.

En el Hospital yo llegué a trabajar en Cuidados Intensivos, pero es diferente, es un ambiente controlado en el que sabes qué hacer, anuncias lo que ocurre, traes el carrito, tomas posición mientras otros están despejando las vías y por lo general los pasos se llevan a cabo con calma. Por fuera del hospital es posible que estés solo y debas encargarte de la crisis porque eso se espera de ti, ¿si no somos nosotros entonces quién?

Mi hermanito realizó la maniobra y la mujer pudo expulsar el tronco de carne que obstruía su garganta, cuando uno ve eso realmente entiende que si alguien no actuaba esa mujer se iba morir.

Una vez la señora se estabilizó su esposo la abrazó, mi hermano me decía que si yo no hubiera estado esa persona se habría muerto.  Estando un poco más tranquila y algo pálida, la mujer se me acercó, "gracias a Dios me ahogué con usted aquí" me dijo cuando le confirmé que trabajaba como enfermera, "yo sentía que ese hombre me iba a partir".

Ese tipo de cosas logran que uno se dé cuenta de la importancia de saber sobre RCP, por más que uno trabaje en salud no siempre se está listo para afrontar cosas así, son situaciones que llenan de miedo.

No es solo hacer los cursos para cumplir con la certificación, lo importante es darse cuenta que uno puede ser la diferencia en esos momentos y que también se pueden salvar vidas por fuera del hospital al estar preparado.

 

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